16/07/2007 | El frío, la energía y la cosecha gruesa
La crisis energética siguió golpeando con fuerza esta semana a la agroindustria. Las plantas que conforman el polo exportador del Gran Rosario debieron levantar el pie del acelerador y lo mismo muchas empresas de distintos rubros de todo el país.
La preocupación no es sólo por la coyuntura, sino por lo que puede pasar en la próxima gruesa.
En dos meses más comenzará fuerte la siembra de maíz y los productores quieren saber si tendrán a disposición todos los insumos necesarios para aplicar el paquete tecnológico que necesita el cereal para expresar todo su potencial.
En las últimas semanas, una baja en el precio del maíz puso algunas nubes sobre el escenario, pero los valores siguen siendo bastante más altos que los que se registraban para esta misma época el año pasado.
Así, con el estímulo aún firme de los precios, la preocupación pasa por si estará todo disponible para la siembra.
Uno de los temas centrales está en la urea. La planta de Profertil en Bahía Blanca fue de las primeras en sufrir las consecuencias de la falta de gas, su insumo básico. Debió paralizar reiteradamente su producción, generando la preocupación no sólo de la empresa, sino de sus clientes, que necesitan ese insumo como el agua, tanto para el trigo que se está sembrando hoy como para el maíz que se viene.
Algunos intentaron virar hacia otras fuentes nitrogenadas, más caras, pero también éstas comienzan a escasear, según informes de importantes entidades del sector.
En este escenario, importantes entidades de la agroindustria comenzaron a elaborar informes para ver cuál puede ser el impacto concreto de las restricciones. Algunas de ellas concluyeron que la falta de ese insumo básico generaría una merma productiva que podría llegar a 270 millones de dólares.
En este escenario, algunos plantearon a la secretaría de Agricultura la necesidad de levantar temporariamente el arancel de importación, del 6%, hasta que se normalice la situación, y para evitar un impacto fuerte sobre los valores de venta en el mercado interno.
En Agricultura, según pudo saber Clarín Rural, están analizando la situación, aunque creerían que se trata de una decisión que tiene que tomar, más bien, la secretaría de Industria.
Pero el sector privado ya se anticipó a la situación, ante la convicción de que los productores privilegian la posibilidad de contar con el insumo, aunque sea a un precio mayor del que tiene en el mercado interno. En definitiva, lo que miran es la relación insumo-producto, y el precio del maíz es bastante más alto que el del año pasado.
Para la campaña triguera, Profertil acordó con el gobierno vender la urea a 300 dólares por tonelada, aunque el precio internacional está mucho más arriba.
En otro nivel estará, entonces, la que vendan las empresas que ya están concretando las importaciones. En unos 15 días llega el primer barco, de unas 40.000 toneladas, y atrás vienen otras 200.000 toneladas más.
La coyuntura es difícil, pero la buena noticia es que habrá urea para el maíz.
Fuente: Clarin Rural