22/10/2009 | Qué pasará con el trigo
El Seminario que se realiza en el Salón de Operaciones de la Bolsa de Cereales ha convocado a más de 500 asistentes
Ya Raúl Dente, asesor general de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, había dicho en su calidad de moderador de la segunda conferencia que “el mercado de trigo es el mayor ejemplo de las distorsiones descritas” en el primer panel en relación a la intervención del Estado en los últimos años.
Ambrosetti hizo una curiosa asociación al calificar al trigo argentino como “un OGM, un Organismo Gubernamentalmente Modificado, en diversas dependencias del Estado, donde ha sido diseñado o alterado artificialmente”.
Al definir sus características, amplió: “Tiene alta tolerancia o resistencia a roya de la hoja y la fusariosis, pero baja resistencia a los derechos de exportación, la intervención de los mercados y la distorsión de precios. Así, no resiste la inversión, no tolera la incorporación de tecnología ni tolera la rentabilidad”. Y siguió en la sinonimia genética para decir que “así como en ciencia se habla de eventos, aquí podemos decir que “el evento K por excelencia es la declinante tendencia a la baja del área sembrada con trigo, que ha retrocedido 111 años, un record mundial”.
En términos argumentales, Ambrosetti tuvo en cuenta que el Gobierno “justificó su intervención en el mercado de trigo en el supuesto afán de tratar de mantener el precio del pan más accesible a la comunidad, pero la ponderación del IPC (Indice de Precios al Consumidor), es de sólo 1.59 para el pan fresco, y menos aún, 0.088, para la harina de trigo. Incluso alcanza a sólo 4.189 la suma de todos los farináceos en el IPC, un índice muy bajo”.
Así, estimó que “la incidencia del trigo en el precio del pan hoy es de 15% con lo cual, si sube el trigo, la incidencia sobre el precio del pan es ínfima. Y al medir la evolución del precio del trigo y del pan puso en consideración que entre abril de 2006 con el mismo mes de este año el precio del pan pasó de 2,50 a 5,50 pesos, pero el del trigo osciló estable alrededor de los 0,50 centavos. Esto demuestra el total fracaso de las políticas para el trigo en las cuales el único perjudicado es el productor”.
En relación al “coeficiente Moreno” (entendido según Ambrosetti como el precio del trigo en función del humor del secretario de Comercio) el especialista consideró que “los múltiples acuerdos y actas que se firmaron en los últimos años, en general no se cumplieron”.
Observó al respecto que “todos los saldos exportables que calcula el gobierno tienden a cero, a pesar de que con 2.200.000 toneladas de trigo alcanza para todo el pan que comemos los argentinos. Sin embargo, se dejan 6.500.000 para abastecer el mercado interno, con lo cual por lo menos 1.500.000 de tn sobran en el mercado interno, y eso tiende los precios hacia abajo. Por ello, y como con los ROE, nunca se sabe cuál es la decisión final, todo redunda para los molinos en mercados cautivos que se define como Hunting in the zoo & Fishing in the Pool (Cazando en el zoológico o pescando en la pileta).
Ambrosetti destacó que “a pesar de lo que declama, se impulsa la sojización. Porque este es un Gobierno adicto-dependiente de la soja, ya que los recursos que le da el cultivo de la oleaginosa no se lo da otra actividad y necesita esa plata para financiar planes sociales.
Pero para revitalizar el mercado de trigo, sintetizó su propuesta en los siguientes factores: Competencia de mercado, Apertura del registro de exportaciones, Los molinos pueden asegurar mercadería a través del Mercado a Término, hay que compensar la bolsa de harina destinada al mercado interno y si a los molinos les falta harina que importen, para eso son jugadores del mercado.
El economista de la SRA citó una máxima de Michael Porter, “La prosperidad no se hereda, se crea” y concluyó con otra frase de Albert Einstein: “En los momentos de crisis solo la imaginación<
Fuente: Punto Biz